En un país que está experimentando tantos cambios, elijo tener esperanza mientras celebramos y honramos al Dr. Martin Luther King Jr. este año.

El Dr. King tenía la visión de un país donde todos pudieran experimentar la igualdad y la pertenencia. Él describió esto como la “Comunidad Amada”, y era parte integral de su filosofía y enfoque de la justicia social. Para él, esa comunidad no era solo un ideal utópico sino una meta realista y alcanzable donde personas de todas las razas, orígenes y religiones pudieran vivir juntas en armonía, con respeto mutuo y comprensión de las diferencias de cada uno.

Este concepto estaba profundamente arraigado en las creencias del Dr. King y en su compromiso con el activismo no violento, y funcionó de la mano con su enfoque para enfrentar la injusticia, al tiempo que enfatizaba el poder transformador del amor y la compasión. Inspiró a muchos a luchar por una sociedad inclusiva que brindara igualdad y justicia a todos, independientemente de la raza, la etnia o el origen.

El Dr. King sostuvo que la verdadera justicia es inclusiva y no deja a ningún grupo marginado u oprimido, lo que lo llevó a esforzarse profundamente por abordar la desigualdad económica. Impulsó un activismo colectivo que exigía salarios justos; promovió la cuestión de la vivienda asequible; trabajando con otros, el Dr. King abogó por las oportunidades económicas para todos con el objetivo de erradicar la pobreza. Estos eran parte de lo que él entendía como los componentes fundamentales de una sociedad justa y saludable.

El Dr. King, que se erigió como un faro de unidad, conocía el poder que implicaba reunir a personas de diferentes orígenes para trabajar por el bien común. Su llamado a la acción era que los estadounidenses defendieran la equidad y la justicia. Este poderoso llamado se basaba en la comprensión de que, si se unían, nada podría impedir que las personas construyeran la Comunidad Amada.

Una última enseñanza de la vida del Dr. King para quienes trabajan en el sector de los servicios humanos y otros sectores es su veneración por el amor incondicional y desinteresado. Solo a través de nuestro altruismo podemos lograr la transformación de los individuos y la sociedad y permitir un diálogo abierto y honesto entre personas con perspectivas diferentes. King abogó por que esas mismas conversaciones fomentaran la comprensión, la empatía y la reconciliación.

El Dr. Martin Luther King Jr. fue asesinado el 4 de abril de 1968 porque creía que podíamos crear unidad y, con el tiempo, esa comunidad tan querida. Desde el asesinato del Dr. King hace 55 años, el mundo ha seguido luchando por hacer realidad su visión. Lo que me da esperanza es que, en los peores momentos, la perseverancia de unos pocos es todo lo que se necesita para impulsar el cambio.

La visión de The Beloved Community aún vale la pena hacer realidad. En 2024, planeo comparar todas mis acciones con las de otros para ver si construirán una comunidad unificada y querida o si nos dividirán. Para mí, el Dr. King no solo es una figura que vale la pena celebrar, sino el líder que más admiro. No porque fuera perfecto, sino porque su visión lo era.

Acerca del autor

Natalie Williams (biografía completa)

Director de Equidad, Diversidad, Inclusión y Pertenencia
Asociación Estadounidense de Servicios Humanos Públicos