Las organizaciones de servicios humanos reconocen cada vez más el valor de colaborar y cocrear con personas con experiencia vivida. Esto se debe a que, para diseñar mejores programas y políticas, las personas con experiencia vivida que navegan por el ecosistema de servicios humanos deben ser impulsoras activas del cambio en lugar de participantes pasivos. ¿Qué significa esto en la práctica?
- Centrar la experiencia vivida significa incorporar las experiencias y perspectivas de aquellos impactados por los sistemas de servicios humanos.
- Centrar la experiencia vivida significa comprender y adoptar los puntos de vista, los antecedentes, las prioridades y las aspiraciones de las personas que pueden beneficiarse de los programas y servicios.
- Centrar la experiencia vivida no significa tokenización.
La tokenización de personas con experiencia vivida es reducir las narrativas e identidades individuales diversas y complejas a representaciones simplificadas y a menudo estereotipadas. La tokenización enfatiza la apariencia de inclusión sin compartir el poder de toma de decisiones. Las organizaciones de servicios humanos deben comprometerse con una participación equitativa para garantizar que las personas con experiencia vivida sean el centro en lugar de tokenizadas. Esto significa aprender activamente de las perspectivas de aquellos directamente afectados por los sistemas sociales y responder a ellas, estar abiertos a examinar nociones preconcebidas y prejuicios dañinos y ser flexibles para cambiar los enfoques cuando sea necesario.
Al haber visto el sistema de servicios humanos desde una perspectiva diferente, las personas con experiencia vivida tienen una perspectiva única que pueden usar para identificar procesos y resultados que, en última instancia, podrían conducir a resultados más impactantes. Sin embargo, ya sea que las personas con experiencia vivida sean miembros del personal que ya trabajan dentro del sistema de servicios humanos o que estén prestando servicios como consultores o voluntarios, los líderes de servicios humanos deben saber cómo ayudar a estas personas a abordar los aspectos profesionales y personales de sus funciones.
Aquí tenemos la buena noticia: los líderes de servicios humanos comprometidos con centrar la atención en las comunidades a las que sirven a través de una participación equitativa están en una posición clave para amplificar las voces de las personas con experiencia vivida tanto dentro como fuera de sus organizaciones.
A continuación se presentan doce recomendaciones para garantizar una participación equitativa al trabajar con personas que han vivido experiencias:
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